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Corría el año 2009 cuando la entidad lanza una emisión de bonos subordinados obligatoriamente convertibles en acciones con vencimiento en 2013. Un instrumento financiero calificado en el propio tríptico informativo de “producto complejo y de alto riesgo”. Posteriormente, propuso a esos bonistas un canje de estos por otros bonos con mayor rentabilidad y que vencían el 25 de Noviembre de este año.
La entidad consiguió captar más de 700 millones de euros de unos 24.000 bonistas, según datos ofrecidos por la entidad. A fecha de vencimiento, el saldo vivo de esta emisión; es decir, gente que aún seguía con el dinero en este producto, era de unos 613 millones de euros. Si se atiende a los intereses abonados y el coste de convertir en acciones, el negocio para Popular resulta positivo ya que ha conseguido ganar 380 millones de euros gracias al convertir en acciones el principal. Durante los cuatro primeros años, entre 2009 y 2012, el banco remuneraba a Euríbor a 3 meses + 4%. Una rentabilidad anual que osciló entre el 6,859% hasta el mínimo que marcó del 4,7%. Así, en intereses el primer año abonó 48 millones, el segundo 32,9 millones, el tercero 35 millones y el cuarto 37,4 millones.
En 2012 se ofreció a los bonistas canjear por unos nuevos bonos con ventanas trimestrales de liquidez y con un interés anual del 7%. Así, el banco tuvo que pagar anualmente unos 49 millones de euros aproximadamente en concepto de intereses. Solo en esos siete años ha tenido que repartir 300,3 millones de euros en intereses.
Pero como el nominal al vencimiento no se devuelve en dinero, el banco no tiene que reintegrar los 613 millones que hay de saldo vivo, sino que da acciones a los bonistas. Si se atiende a la cifra de canje de 56 títulos por cada 1.000 euros a un precio de 17,61 euros por acción (ahora los títulos de Popular cotizan a 3,335 euros), el banco tendrá que emitir 34,81 millones de acciones nuevas. El valor nominal de las acciones de Banco Popular es de 0,5 euros, por lo que esos 34,81 millones le supondrán un “gasto” de 17,4 millones de euros. Aunque en las distintas ventanas, los inversores que decidieron convertir esos bonos también recibieron acciones. Esto le ha supuesto emitir 4,94 millones de euros, unos 2,5 millones de euros. Sumados los 300,32 millones en intereses y los 19,87 millones en acciones, el coste ha sido de 320,2 millones de euros.
Los bonistas que optaron por este tipo de productos acumulan pérdidas. Esta cantidad es la diferencia entre los que han ingresado por los intereses y lo que han perdido en el canje del principal por acciones, que se ha hecho a un precio fijo de 17,61 euros cuando las acciones cotizan por encima de los 3 euros (-80%).
Los Juzgados españoles están dando la razón a los afectados por estos productos de alto riesgo, recuperando con ello el total de la inversión más los intereses legales desde la fecha de contratación, con compensación de los intereses percibidos y todo ello con condena en costas.
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Contamos con abogados especialistas en reclamación de bonos convertibles en los juzgados y tribunales de todo el territorio nacional para conseguir la nulidad de los contratos y la restitución de las pérdidas sufridas por los inversores a causa de la incorrecta comercialización de los bonos convertibles en acciones del Banco Popular.
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